Yo quería…
Las piernas de Kilian, los pulmones de Antonio Molina, los ojos de Lily, la zurda de Raúl…
Yo quería…
Los brazos de Phelps, la rabia de Keny Arkana, la voz de Ferrán, la barba de Sagasta.
Yo quería…
La profundidad de Lechowski, la labia de Feinmann, el corazón de Induráin, los cojones de Valentí…
Yo quería…
Una Leonor en mi vida, a Sócrates como maestro, la sencillez de Mujica, la imaginación de un niño….
Yo quería…
Escribir como Cernuda, la sonrisa del niño Kinder, la alegría de mi abuela y el sacrificio de mis padres….
Yo, hoy, solo quiero…
—SER—
Sin etcéteras.